14 mayo 2012

Desde

Escribir desde la herida
siempre desde la herida
y hasta la herida
porque no hay otro
sustento más
que el dolor
propio y ajeno
más que
la fractura,
el rasgamiento
que se provoca
dentro
y fuera
y en otros
Escribir desde la herida
y hasta la herida
o después de ella
Siempre

20 marzo 2012

INCONVENIENTES GÁSTRICOS

A mi estómago, 12:20 am


Tengo un dolor en el estómago que me perfora como si se tratara de chuchillos mutilándome la espalda. Permanezco detenida.
Un gusano dentro del cuerpo carcome cada intestino, cada camino que da al centro de un abismo, abriéndose paso rápido: lame satisfecho la carne viva.
El dolor me empieza a nublar la vista. La náusea se ha gestado en toda la boca y la saliva sabe a la vejez medicada.
No estoy hecha de penumbras porque entonces no me retorcería con los dientes apretados y en posición fetal viendo fijamente como muere la sonrisa borrosa de un fantasma sin ojos.
Expiro.





17 marzo 2012

SÁBADO

Urges
en este hogar
mutilado
de sombras;
en esta cavidad
donde ha de
vivir tu lengua.


06 noviembre 2011

Mi primer monstruillo verde

La felicidad.

“Aleida Belem hizo una selección peculiar. En su trabajo se advierte una búsqueda entre los géneros; una búsqueda de recursos narrativos y de un lenguaje propio. Un cuento realista de monólogos en el que fluye la conciencia (como diría Joyce), algunas minificciones y un poema; en todos ellos destaca la experimentación en las formas de decir lo aparentemente cotidiano, los pequeños detalles de la vida común. No obstante, en esas mismas formas se esconde la sutileza de las “cosas importantes”, aquellas que no se pueden decir sino sugerir, susurrar; alusiones en textos subyacentes, sólo perceptibles al lector que se encuentra en la misma sintonía.

Ruth Castro.

Antología Compartida, Octubre de 2011.

10 marzo 2011


Ya ves qué tontería,
me gusta escribir tu nombre,
llenar papeles con tu nombre,
llenar el aire con tu nombre;
decir a los niños tu nombre,
escribir a mi padre muerto
y contarle que te llamas así.
Me creo que siempre que lo digo me oyes.
Me creo que da buena suerte.
Voy por las calles tan contenta
y no llevo encima más que tu nombre.


Gloria Fuertes.