¿Sabía usted que si el maestro Ramón Shade no fuera director de orquesta sería alpinista? ¿Que el pintor Tomás Ledesma, cuyos carteles se llegaron a vender en el Metro de Nueva York, inició su carrera trazando a don Pioquinto, aquel ruquito sordo que aparecía en los anuncios de Soriana? ¿Que Magda Briones fue la primera maestra de Pilar Rioja y que ejerció sin cobrar el cargo de primera directora de la Casa de la Cultura de Torreón? ¿Que la escultura dedicada a Einstein que está afuera del Tec de la Laguna fue hecha por Hilario Cordero?
Ninguna de estas anécdotas la conocía antes de leer los volúmenes que integran la Colección Trayectorias, magnífico rebaño de libritos publicados por la Dirección de Cultura de Torreón, dirigida por Jaime Muñoz Vargas. Se trata de libros que tienen alrededor de cincuenta páginas e incluyen un apéndice gráfico. Estos impresos, que en los últimos meses han comenzado a circular, dan cuenta del camino que han recorrido los grandes creadores locales para perfeccionarse como ejecutantes, pero también como tutores de las nuevas generaciones de pintores, escultores, poetas, músicos, dramaturgos…
Comento en clave morse algunos títulos de la colección: disfruté especialmente el volumen trazado por la pluma de Daniel Lomas, titulado "Tomás Ledesma, veladuras que pinta el tiempo", no sólo porque me ayudó a llenar huecos en mi archivo mental dedicado a ese pintor lagunero, también porque en cuarenta páginas Daniel Lomas imparte una cátedra de carpintería literaria: además de trazar el perfil de Ledesma, utiliza muy bien los recursos del escritor para sazonar la prosa con tensión y con descripciones muy bien logradas. Otro de los títulos que destacan en esta colección es "Luis Azpe Pico, la caligrafía del profe" escrito por Antonio Álvarez Mesta. Un libro cálido e inteligente, muy bien escrito, que da testimonio de la labor de aquel a quien muchos de sus alumnos recordamos como "el Profe". De "Ramón Shade. Tercera Llamada" podemos aplaudir la ingeniosa división del texto por tracks, como si se tratara de una grabación y por supuesto, la forma en que Aleida Belem Salazar retrata el ingenio de Ramón Shade, quien además de gran músico es un acucioso lector. Entrevistadora experta, Adriana Vargas nos entrega en "Magda Briones. Por amor a la danza y a la tierra" un texto muy disfrutable, lleno de atmósferas construidas con precisión, que nos revela los múltiples intereses de la maestra Briones: danza, ecología, sociología. También hay que leer "Carlos Magallanes. La seducción de las musas", escrito por Juan de Dios Rivas, que hace uso de sus recursos narrativos para entregarnos un texto muy bien estructurado.
Pero hay otra razón por la que publicar estos libros es un acierto: la colección viene a poner sobre la mesa un tema que como Comarca hemos pastoreado durante décadas: el temor a profesionalizarnos en el terreno de las artes. Salvo algunas excepciones, no existen en Torreón escuelas en las que se puedan desarrollar vocaciones artísticas a nivel profesional. Lo apremiante que resultan éstas se hace evidente cuando se lee la Colección Trayectorias completa, pues la mayoría de los creadores entrevistados señalan que tuvieron que dejar La Laguna para recibir formación artística profesional y después volver al terruño. Es decir, sus trayectorias han sido de ida y vuelta. Cito un par de ejemplos: entrevistada por Adriana Vargas, Magda Briones dice en el libro destinado a celebrar su trayectoria: "yo pienso que la técnica y el conocimiento amplio de otras cosas tampoco se da, mucha gente que se dedica al arte apenas si puede con sus 'tecniquitas' que le enseñan aquí, no tiene más…". Respecto al mismo tema, Ramón Shade señala la necesidad de crear una escuela de arte especializada, y se pronuncia por "quitarnos la visión de aficionados, entender que el Arte es algo de lo que una persona debe vivir. Quienes viven únicamente de escribir libros, de hacer música y teatro son muy pocos…".
Así pues, aunque se han logrado avances en La Laguna, queda claro que el camino es largo. Como bien señala Jaime Muñoz en el prólogo a los libros, la trayectoria de los creadores más experimentados es un ejemplo que contagia a los jóvenes. El aumento en las vocaciones artísticas es un hecho. La pregunta es si, como región, estamos abonando el terreno para que esas semillas puedan dar frutos más adelante. Comentarios:
@vicente_alfonso
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