Ilustraciones por Gerardo Ceniceros Soto |
"A esto le llamas vida, ¿cierto? Le llamabas vida a la tortura de la lengua, a la obsesión de la lengua, a la castración de la lengua. Le llamabas vida a nombrar cada uno de tus fantasmas por un nombre distinto. Le llamabas vida a clasificarlos y por eso escribías poemas. Tus fantasmas eran tus poemas."
Una colaboración mía que se publicó en el sitio literario Sorbo de Letras.