En ningún tamaño es la misma cuchara repentina. La cuchara repentina es la herida de la decisión.
Rosas rosas
Fresca rosa rosa y cortado un clavel colorado, un colapso, la compra de un agujero, algo menos de calor.
Rosbif
[...] Habría un hueso si hubiera un hueso. Si hubiera huesos. Hay huesos. Cuando hay huesos no hay por qué suponer que vaya a haber huesos. Hay huesos y eso hay para consumir. La manera amable de sentir las separaciones es que exista un espacio intermedio. Eso demuestra el parecido. La espera ante las puertas, la espera a cucharadas, la espera ante las mesas, la ausencia de esperanza en el remilgo y en la resolución. La espera de las citas. [...] Tiene el frío una coagulación de la que la prudencia carece. Algo permanece y la noche es larga y la primavera más fría tiene en el sol súbitas sombras. Toda la mancha está tierna y las lilas se inquietan, las lilas de verdad. Por qué se practica y se premia la restauración perfecta, por qué va tan compuesta. [...]
Cordero
[...] Comerse al cordero, cordero, por qué es más barata la oveja, es más barata porque tanto da menos que da más. [...]
Desayunar
[...] No hay aquí autoridad para abusar del queso. Qué lengua será capaz de instruir a un sujeto. [...] Dónde estará la costumbre, la costumbre está en el centro. Qué es una lengua amorosa y la pimienta y más pescado del que hay cuando hacen falta lágrimas, lágrimas en cantidad. La lengua y el salmón, no habrá salmón cuando el color sea marrón, hay salmón cuando no tiene sentido que sea grato el madrugón. No hay salmón, no hay tazas de té, hay el mismo tipo de tonterías que utilizan las esperanzas voraces como corpiño al hacer deliciosos los huevos. [...]
Del libro Botones blandos (Tender buttons) de Gertrude Stein.